Enero

Enero 2014 Violencia Simbólica

Machismo multicultural. Machismo y sexismo en el mundo.

Desde Espacio de Género: Nuestras compañeras nos decían: ""Los hombres tienen un derecho socialmente tolerado, e incluso alentado: el de inspeccionar y evaluar el cuerpo de las mujeres. Las mujeres son transformadas en objetos sexuales por el sesgo de esta mirada, lo que las reduce a su cuerpo, e incluso a partes de su cuerpo. La mirada masculina se manifiesta en el acoso sexual: miradas concupiscentes acompañadas eventualmente de comentarios evaluadores. Este acoso sexual tiene efectos negativos sobre el bienestar de las mujeres: sentimiento de culpa con respecto a su cuerpo, malestar y auto-cosificación.

En el Seminario Virtual sobre el tema maroua ben Kiran, activista marroquí nos habló del "Acoso callejero en Marruecos" y amplió nuestra visión del tema con un vídeo que compartiremos próximamente.

No creamos que ese #MachismoMulticultural se produce solo en otros países o con personas de otras nacionalidades. En España, el ejemplo de la comunidad gitana, es evidente y lo vemos en este artículo de El Diario.

Enero 2013 Violencia Simbólica

"El poder otorgado a los dominantes es la base de la violencia simbólica, que lleva a los propios dominados a ejercer sobre sí mismos las relaciones de dominación, y lo que asegura su existencia es que las ignoran como tales." (César Jerónimo HERNÁNDEZ MORAEL. Violencia Simbólica. UNAM)

¿Qué es la Violencia Simbólica? Un concepto desarrollado por el sociólogo francés Pierre Bourdieu  en los años 70, y que hace referencia "a las formas de violencia no ejercidas directamente sobre las personas, es decir, mediante la acción física, sino a través de la imposición de roles sociales, estructuras mentales o categorías cognitivas"

En nuestra cultura la mujer ha sido pensada, categorizada, definida, “hablada”, por un pensamiento construido exclusivamente por hombres que, al mismo tiempo que construían su identidad, relegaban lo femenino a lo “Otro”, al silencio, a la naturaleza, a la materia, a la ambivalencia simbólica, al “lado de la opacidad” (Celia Amoros, 1985)

Como lo describe una feminista colombiana desde Quito: 

“El patriarcado es sutil, invisible, innombrable, a veces pareciera impronunciable: esa es su fortaleza. Advertir el patriarcado en la vida diaria es una misión de observación rigurosa y polémica, puede ser una relación difícil con la vida diaria, puede llegar a producir ansiedad. Pero solo en ese instante, habremos identificado que tan poderoso es y que tan desapercibido pasa por nuestro cuerpo y las relaciones que establecemos con lxs demás".

Las miradas feministas, antipatriarcales alzamos nuestras voces contra todas las formas de violencia, empezando por la Violencia Simbólica y sus sutiles formas que nos llevan a autoconformarnos con forme al modelo.

Con Matices de Mujer, estamos convencidas de que la violencia simbólica es la que oculta las relaciones de poder entre las personas, impone significados que se legitiman y permite la subordinación y el ejercicio del poder.

Denunciamos la existencia de relatos, cuentos y refranes tradicionales en los que se denigra a las mujeres,  junto con las más modernas "fábricas de princesas"

en las que se somete a las niñas a los estereotipos más alienantes y mercantilizados alrededor de lo que “debiera ser” una “autentica mujer”.

Denunciamos y nos revelamos en contra de la publicidad sexista en la que se presentan mujeres superficiales, despersonalizadas, sin criterios en los que basar sus elecciones y que haría cualquier cosa por una joya. 

Condenamos y censuramos que junto al sol y a las playas, la marca España se venda con la mujer-objeto-sexual como atracción para los turistas.

 

Con Te regalo la A, reprobamos esos cuerpos de mujeres valorados en función de ser y servir para el placer de otros.  Cuerpos que se evalúan por su apariencia física, su atractivo sexual y su deseabilidad para los varones; desvinculando a las mujeres del poder de los sentimientos, de la fuerza de la vida, de su poder creativo. 

Acusamos a diseñadores y publicistas cuando sus prendas, sus servicios reproducen los estereotipos machistas al reducir a la mujer a su dimensión de objeto sexual, y apuntan incluso a culpabilizarla, implicitamente por su atuendo, cuando es víctima de acoso o agresiones.
Con Mariposas en la Tormenta, condenamos la publicidad sexista, pues la violencia en Publicidad no es glamorosa.

(Gracias a Daniela Yozzi, hasta Argentina).

Denunciar la Violencia Simbólica es una causa contra los estereotipos de belleza, como nos lo recuerda la Lente Violeta, y contra la hostilidad de la moda, en palabras de la ciudad de las diosas. Es una causa en contra de la feminidad, como construcción perversa de la masculinidad.

Pero tambien una causa contra la perversa construcción del varon, quien para aceder a sus privilegios de "hombre de verdad", se ve reducido a sus impulsos más instintivos y despersonalizados, y sometido a violentas y denigrantes "ceremonias de iniciación". 

Parafraseando al propio Bourdieu, la liberación de las mujeres sólo se podrá realizar mediante una lucha colectiva simbólica capaz de desafiar el acuerdo inmediato de las estructuras. Es decir, una revolución simbólica que cuestione los propios fundamentos de la producción y reproducción de lo que nos es valioso ("capital simbólico" escribe Bourdieu, pero podemos reconocerlo en los bienes en común, en el procomún) y, en particular, la dialéctica entre pretensión y distinción en tanto base de la producción y el consumo de los bienes culturales que nos “distinguen”.